Caracterización de especies agrícolas y evolución
Las últimas previsiones de la FAO y OMS indican que para garantizar el alimento a la población mundial en 2050 la producción agrícola debería duplicarse. Esta condición impone una gran presión al sistema agrícola ya que para cumplir esos objetivos se debe mejorar la productividad y seleccionar aquellos cultivos con mayor rendimiento. A partir de imágenes de satélite se genera información sobre la extensión de cultivos plantados y cosechados anualmente, se estima su productividad, se realiza el seguimiento de su estado fenológico y se monitorean las variables ambientales que pueden modificar su productividad, como son las anomalías de temperatura, precipitación, detección de plagas, humedad del suelo y evapotranspiración. La gran ventaja de la teledetección reside a su vez en la posibilidad de trabajar a diferentes escalas. Desde la escala de detalle en la que se puede monitorear el estado de los cultivos y su crecimiento dando sugerencias a los agricultores en la gestión del agua o fertilizantes para mejorar el rendimiento del cultivo, lo cual se denomina agricultura de precisión. Hasta estudios regionales, en los que se estudia la productividad o la evolución histórica de superficie plantada de un determinado cultivo.