La cobertura terrestre está en constante cambio, ya sea por causas naturales o antrópicas. Estos cambios de uso o de cobertura terrestre son procesos complejos que dependen de diferentes factores inherentes a cada ecosistema, localidad o país. Dichos cambios se pueden producir en un corto periodo de tiempo o pueden producirse debido a cambios en tendencias en la gestión, por ejemplo, de las zonas rurales y forestales. Al mismo tiempo, los cambios producidos pueden ser persistentes en el tiempo (área quemada, tala de árboles, construcción de nuevas zonas urbanas) o pueden revertir a la situación inicial (inundaciones, cultivos). Para el estudio y análisis de estas relaciones y efectos de las variables, la percepción remota entrega una gama amplia de herramientas, métodos y técnicas para su aplicación a diferentes escalas espaciales y temporales. Datos multiespectrales e hiperespectrales capturados de sensores montados en satélites aerotransportados, así como nubes de puntos tridimensionales con LiDAR, son explotados para obtener toda la información necesaria.