Los artrópodos terrestres y los insectos representan cerca del 60% de las especies del planeta, pero solo un 20% se han descrito. Su diversidad y abundancia son tan importantes como el rol que cumplen en los ecosistemas (control de plagas, polinización, etc.).
En la actualidad, los artrópodos son amenazados por actividades humanas como el uso de pesticidas, el reemplazo de bosques nativos por cultivos o plantaciones forestales y por el cambio climático.
A la vez, los insectos se usan ampliamente como bioindicadores para caracterizar y monitorear el impacto de estos factores. Entre los insectos, el orden Coleoptera es un taxa diversa en especies, cuya composición, riqueza y abundancia puede ser afectada por la perturbación de sus hábitats.
Las especies del género Ceroglossus (Coleoptera: Carabidae), conocidos como peorros, son insectos emblemáticos de Chile debido a sus tamaños, diversidad de colores y abundancia en los sotobosques. Estos carábidos son depredadores tanto al estadio larvario como adulto, contribuyendo a controlar las poblaciones de otros insectos, lombrices y caracoles, sus principales presas. Su actividad nocturna o diurna según las especies puede ser afectado por factores abióticos como características del sotobosque.
La iniciativa liderada por Paul Amouroux, cuenta con el apoyo del Observatorio Humano Medio Internacional (OHMi) Patagonia-Bahía Exploradores, que forma parte del Laboratoire d’Excellence Dispositif de Recherche interdisciplinaire des interactions human milieux (LabEx DRIIHM), INEE, CNRS, Programme «investissements d’avenir»: ANR-11-LABX-0010, Francia, vinculado a la Estación Patagonia UC. El proyecto será desarrollado en conjunto con investigadores del Instituto de Entomología de la UMCE y la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales de la UC.
El proyecto tiene por objetivo evaluar la actividad y abundancia de dos especies de Ceroglossus, por lo que utilizará cámaras-trampa y métodos de captura-marcaje-recaptura en bosques del Valle Exploradores, con distintos niveles de perturbaciones humanas. Además, el estudio incluye tanto el análisis de datos de temperatura y humedad como de estructuras del bosque a escala local y del paisaje.